
Daniel zapata es un joven de 23 años, un metro setenta de estatura, ojos color café, cabello negro y con un amor por el skateboard o patineta, que muy pocos podrían entender.
Pero primero que todo conozcamos que es el skateboard; este nace a mediados de la década del 60 como medio de transporte en California, cuando los surfistas, privados de condiciones para la práctica de su deporte, se les ocurrió la idea de fijar rueditas a tablas mas chicas. En 1965, la película Skate-Dater hizo aún mas popular el skateboard, expandiéndose más y más por los Estados Unidos. A finales de 1970 ya se había extendido por todo el mundo.
Pasaron más de 15 años para que el skateboard atrajera jóvenes colombianos y ahí se abriera la posibilidad de implementar esta expresión cultural en la región, lo que nunca pensaron estos jóvenes californianos, era el impacto que esta creación traería a la sociedad y lo que comenzó como un hobbie rápidamente se convirtió en algo mas, un estilo de vida .
El apogeo del skateboard en la ciudad de Medellín se dio principalmente por lo económico que resultaba comprarse una tabla y que una de sus modalidades “street” o “callejero” consistía, en montar la patineta en todos los espacios que fuera posible realizarlo, es decir ejecutar sus maniobras, giros , saltos , deslizamientos y caídas muchas caídas en parques públicos , estaciones del metro, colegios, universidades, centros comerciales, estacionamientos y como su mismo nombre lo indica en las calles.
Este deporte tomo fuerza por varios motivos, en especial por la dualidad que existe, lo básico que podía ser transportarse en la tabla, pero lo complejo que era realizar sus trucos, lo doloroso que podrían llegar a ser sus caídas pero lo mágico y gratificante que lograba ser realizar satisfactoriamente el truco, que al empezar con el deporte se veía lejano y por momentos imposible, pero que después de tanto tiempo pudo ser realizado.
Parte importante de la entrada masiva del deporte a la ciudad de Medellín, fue la creación del primer local de venta de tablas, ruedas, rodamientos, lijas, camisetas, buzos, riatas, manillas y todo tipo de productos especializados para la practica del deporte y la apariencia de sus practicantes. Esta tienda se llama skate shop y fue en este lugar donde la madre de Daniel que es la dueña del local inculco en su hijo la pasión por los deportes extremos.
Corría el año de 1995 cuando la madre de Daniel Zapata, Zulma Ríos ,dio a Daniel una oportunidad de obtener, el regalo que quería recibir el veinticuatro de diciembre del año en curso, ella le propuso dos opciones la primera era unos patines en línea ,o la desconocida hasta ese momento, patineta; aquel joven no necesito mucho tiempo para decidirlo y se inclino por esta ultima “ yo le pregunte a Daniel que deseaba y con una cara de felicidad grito ¡la tabla!”.
“ Si yo hubiera sabido que mi hijo se volvería enfermo por ese deporte hubiera evitado darle ese regalo” dice Zulma , puesto que la vida de Daniel desde ese momento gira entorno de la patineta, “ yo me despierto, desayuno , salgo a montar tabla, almuerzo, voy al skate park del estadio o de madera, digiero algo, llego a mi casa, saludo, duermo y al otro día de nuevo” dice Daniel..
Daniel es consumidor activo de perico “ como todos, para montar mas concentrado me doy dos o tres lances y eso es todo , no se si eso sea ser adicto porque solo lo hago en esa cantidad aunque es a diario” , “ compramos un gramo entre todos y eso nos dura dos días” afirma Juan Zapata quien compañero de aventura en los viajes de patineta de Daniel.
A pesar de esta rutina, Daniel desea aportar mucho a su comunidad ya que está en la búsqueda por medio de el programa de emprendimiento -Cultura E- de la alcaldía de Medellín, la implementación de un programa llamado Skate Para Todos que consiste en crear parques de skateboard, en los barrios Campo Valdés y Aranjuez para que los mas de cien practicantes del deporte en estos barrios tengan un lugar adecuado para realizar sus practicas deportivas, sin afectar el diario vivir de los habitantes del sector donde actualmente practican, ya que los tubos y rampas que estos utilizan obstaculizan el libre desplazamiento de los vecinos de la zona. “lo que yo quiero es tener un lugar en el que todos puedan montar tabla tranquilamente, un lugar seguro y con todas las necesidades que tenemos los skates y así dejar mi huella, mi sello del skate en Medellín”.
Así pues tenemos en Daniel un ejemplo gigante, de que las aficiones que poseemos, podemos convertirlas en acciones que representen una mejora en la calidad de vida los barrios, brindando nuevas posibilidades para los jóvenes aparte del fútbol y baloncesto, obteniendo de esta manera mayores opciones para el desarrollo de las personalidades de los jóvenes habitantes de los barrios Aranjuez y Campo Valdés.
hola, soy carolina arias y estudio en la academia superior de artes, la carrera de video y te cuento que en clase de produccion, nos van a poner a hacer documentales. el mio lo quiero hacer guiado a los skateborders y su estilo de vida y tambien de cierta forma, quiero cambiar la forma en como la gente los ve.
ResponderEliminarentonces para lograr esto necesito recolectar informacion de todo tipo, sobre este deporte dentro de medellin, si de casualidad me pudieras ayudar de alguna forma seria super, ya que yo no practico el deporte, pero me encanta.
bye